¿Por qué mi gato tiene un latido cardíaco rápido? Descubre la causa aquí

Hay múltiples géneros de miocardiopatía: restrictiva, dilatada y también hipertrófica, siendo esta última la que con una mayor frecuencia perjudica al corazón del gato.

• Miocardiopatía restrictiva. Engrosa y endurece las paredes del corazón, lo que limita la aptitud y elasticidad del músculo para estirarse y llenarse de sangre.
• Miocardiopatía dilatada. En un caso así, las cavidades se dilatan y el corazón pierde la aptitud de bombear sangre con bastante intensidad.
• Miocardiopatía hipertrófica. Esta clase de miocardiopatía provoca que el músculo cardiaco se vuelva mucho más abultado, con lo que el corazón no puede bombear la cantidad perfecta de sangre con cada latido. De manera frecuente causa latidos cardiacos irregulares y arritmias.

Diagnóstico y régimen

En el momento en que el estetoscopio por sí mismo no es bastante, el veterinario estudiará el estado cardiaco del gato con un electrocardiograma, análisis de sangre y una radiografía de tórax. Con estos métodos se puede hacer un diagnostico el estado cardiaco del felino. De forma alternativa, posiblemente se precisen mucho más pruebas para advertir una patología que ocasione los latidos veloces del corazón del gato.

Una vez lograda una imagen clara de la situación, el especialista valorará el género de régimen a efectuar dependiendo de la gravedad de la aceleración de los latidos del corazón u otro género de arritmia. En ciertos casos va a ser preciso el régimen farmacológico, en otros es suficiente con pasar los síntomas por sí mismos; en otras ocasiones, el régimen puede estar dirigido a tratar la patología subyacente a la arritmia. En las situaciones mucho más agobiados, puedes confiar en la medicina para conseguir paliativos que logren prolongar la vida del gato y garantizarle una vida lo mucho más sosegada viable.

¿De qué forma se habla la insuficiencia cardiaca congestiva?

En ciertos casos, como la insuficiencia cardiaca congestiva ocasionada por hipertiroidismo, el régimen de la afección subyacente puede solucionar ciertos o todos y cada uno de los inconvenientes cardiacos. Si el inconveniente es provocado por una condición innata (el gato tuvo un defecto cardiaco desde el nacimiento), la reparación quirúrgica puede ser una alternativa. No obstante, en la mayor parte de las situaciones, el inconveniente es imposible sanar, pero el régimen puede contribuir a progresar la calidad y la longevidad de la vida del gato. Los gatos con insuficiencia cardiaca congestiva grave tienen la posibilidad de necesitar hospitalización y oxigenoterapia. Si hay líquido en torno a los pulmones o en el saco que circunda el corazón, posiblemente sea preciso extraerlo para prosperar la respiración y asistir al corazón a bombear de forma mucho más eficaz. Existen muchos fármacos que su veterinario puede sugerir para contribuir a achicar la acumulación de líquido, progresar la función cardiaca y/o normalizar el ritmo cardiaco. Su veterinario le notificará sobre cada fármaco y los probables resultados consecutivos. Asimismo se puede sugerir una dieta baja en sodio para contribuir a impedir la acumulación de líquidos. La mayor parte de los gatos con insuficiencia cardiaca congestiva precisan medicación por el resto de sus vidas. Con frecuencia se precisan análisis de sangre, radiografías y ecocardiogramas periódicos para monitorear el éxito del régimen y la progresión de la patología.

¿Por qué razón mi gato respira tan veloz?

Dicen los especialistas que la respiración agitada en los gatos señala anomalías de salud que no tienen por qué razón ser solo físicas, puesto que esto asimismo puede suceder por temor, agobio u otros estados sentimentales.

En todo caso, es esencial prestar atención al accionar de nuestros gatos para advertir un cambio en la respiración y tomar medidas sobre esto.

Cambios a advertir en su accionar:

• Tristeza, apatía o si duerme mucho más de lo frecuente. En un caso así, es útil revisar si tiene fiebre.
• Nuestro gato comienza a ocultarse. Posiblemente sienta afecciones o mal.
• Pérdida de apetito o de peso. Sería favorable entonces revisarle los dientes y las encías por si acaso tuviese mal al comer, y tomarle la fiebre. El mal aliento asimismo puede señalar una infección oral.
• Bebe mucho más agua de lo frecuente. Tiene la posibilidad de tener una pluralidad de causas, pero es esencial que lo revise un experto para descartar una infección, un inconveniente renal o diabetes.
• Rechazo de la caja de arena, mear y defecar en sitios no comunes. No significa siempre que nuestro gato esté enojado, podría ser una llamada de atención por un inconveniente urinario. Lo destacado es agarrar una exhibe de orina y llevarla al veterinario para descartar cristales o infección. Asimismo debemos tener precaución si entra y sale de la caja de arena reiteradamente.
• Mal aspecto de las heces. Puede deberse a una gastroenteritis ocasionada por bacterias o parásitos, o por algo que hayas ingerido o por una intolerancia alimenticia, entre otras muchas cosas.
• Se rasca o se lame mucho más de lo común. Un gato que se lava un área de manera compulsiva lo mucho más posible es que lo lleve a cabo por el hecho de que siente mal. El picor frecuenta deberse al picor causado por parásitos, alergias o dermatitis.
• Arcadas o vómitos. Si es puntual, tienen la posibilidad de deberse a una bola de pelo, a comer bastante veloz o en demasía, o tras comer algo inapropiado. Asimismo puede deberse a un mal de garganta. Si los vómitos o las arcadas siguen, debemos conocer a un veterinario cuanto antes.

Frente alguno de estos signos, debemos llevar a nuestro animal al veterinario instantaneamente para saber el origen de la viable afección.

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