El dolor de los perros: ¿Qué sienten cuando les pegas?
En general, en el momento en que un individuo siente mal, es bien difícil que no lo note. Nos quejamos de nuestro mal de espalda. Chillamos si pisamos algo afilado. Cojeamos por el hecho de que duele realizar presión en una pierna. Nos acostamos a medio día en terminado silencio y en la obscuridad pues poseemos jaqueca.
Lamentablemente, no es tan simple para los perros expresar mal. Primeramente, para iniciar con lo evidente, no tienen la posibilidad de decirnos si algo duele por el hecho de que existe esta cosa del no charla. No obstante, cosas como cojear o gemir en el momento en que se ejercita presión sobre un área son signos terminantes de un perro con mal, pero los síntomas no en todos los casos son tan obvios, singularmente si su perro es del tipo que lo padece.
Golpea a tu perro: jamás
Jamás emplees crueldad física con un perro. En algún momento.
No es físico ni verbal, por el hecho de que el perro lo único que aprende es a tenerte temor y, por consiguiente, a ser belicoso.
¡Jamás le pegues a tu perro!
Está mucho más que probado que el castigo físico a los perros, aparte de ser despiadado y también injustificado por el hecho de que no lo comprenden, es inútil. Pegar a tu perro no conseguirá nada bueno: no va a hacer que obedezca ni aprenda mucho más veloz, ni nada; en verdad, todo lo opuesto: los perros golpeados por lo general son confusos, desconfiados e inclusive violentos. Es habitual, desarrollan temor.
Lo único que consigues si golpeas a tu perro es:
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